Romanos 13:3-5

Pregunta:

La palabra del señor nos manda a perdonar. ¿Puede un cristiano llamar a una corte cuando ha sido puesto su vida en peligro?

Respuesta:

La enseñanza bíblica sobre la función de la ley civil y la relación del cristiano a ella incluye lo siguiente: “Los magistrados no están para infundir temor al que hace el bien, sino al malo. ¿Quieres, pues, no temer la autoridad? Haz lo bueno y serás alabado por ella, porque está al servicio de Dios para tu bien. Pero si haces lo malo, teme, porque no en vano lleva la espada, pues está al servicio de Dios para hacer justicia y para castigar al que hace lo malo. Por lo cual es necesario estarle sujetos, no solamente por razón del castigo, sino también por causa de la conciencia” (Romanos 13:3-5).

El apóstol Pablo apeló a las autoridades civiles-militares para protegerlo de un grupo de judíos que habían formado un complot para matarlo (Hechos 23:12-31). En otra ocasión el apóstol Pablo apeló a César (la autoridad suprema del gobierno romano) para protegerlo de aquellos que lo deseaban matar (Hechos 25:1-12).

Sobre la base de estas instrucciones bíblicas y ejemplos bíblicos, concluyo que es correcto que el cristiano aproveche los medios disponibles en la ley civil o militar para su protección porque Dios los ha puesto para esto mismo.

Lo que no debe hacer el cristiano es: tomar venganza por sí mismo contra otra persona (Romanos 12:19). Esto está en manos de Dios y en las manos de los que Dios ha autorizado para este fin (lea nuevamente Romanos 13:4). La versión la Biblia de las Américas identifica a la autoridad gubernamental como “vengador”: “pues ministro es de Dios, un vengador que castiga al que practica lo malo”. Por tanto, entiendo que el cristiano puede aprovechar la protección de la ley para su persona, su familia y sus bienes PERO no puede vengarse ni actuar con venganza en el corazón.

Es cierto que debemos perdonar al ofensor arrepentido y no debemos guardar rencor en su contra ni buscar hacerle el mal, pero esto no significa que no debemos buscar la protección de la corte, lo cual puede incluir alguna demanda. El cuidado que debemos tener es con el motivo nuestro y la actitud nuestra hacia la persona que nos quisiera hacer el mal. El cristiano debe buscar la paz con todos y “Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres” (Romanos 12:18). Pero cuando no es posible y la vida está puesta en peligro, entiendo que el cristiano puede apelar a las autoridades civiles.

Otra situación en la cual el cristiano claramente tiene que usar la ley civil es en caso de estar casado por la ley civil y buscar por motivos bíblicos el divorcio civil. Nuevamente, los mismos principios de no buscar la venganza y no guardar el rencor son aplicables.

1 Corintios 6:1-8 presenta instrucciones específicas en cuanto a conflictos entre cristianos, pero aun estas instrucciones no parecen incluir casos en los cuales está en peligro la vida.