Pregunta:
¿Las tentaciones y las pruebas son lo mismo? ¿Permite Dios que seamos tentados? ¿Las tentaciones tienen algún propósito o beneficio para nosotros?
Respuesta:
La tentación (o prueba) superada definitivamente nos puede fortalecer (Santiago 1:2-5). La misma palabra traducida “pruebas” (peirasmos) en varios textos del Nuevo Testamento también se traduce “tentaciones” en el Nuevo Testamento. Esto es porque las pruebas son uno de los medios que el diablo aprovecha para tentarnos.
En Santiago 1:2,3 encontramos dos palabras distintas usadas. (1) “Diversas PRUEBAS” en 1:2 es esta misma palabra traducida “tentaciones” en otros textos. (2) Pero “la PRUEBA de vuestra fe” en 1:3 es otra palabra (dokimion) que se refiere a EXAMINAR algo para COMPROBAR que sea genuino. Encontramos lo mismo en 1 Pedro 1:6,7. “Diversas PRUEBAS” [peirasmos] (1:6) sirven para “someter a PRUEBA” [dokimion] nuestra fe de la misma manera que el oro “se PRUEBA [dokimazo] con fuego”.
No hay duda que Dios PERMITE que seamos tentados porque en 1 Corintios 10:13 nos revela que “Dios no permitirá que seáis tentados más allá de lo que podéis”. Dios permite que seamos tentados, pero también establece un límite para cada cristiano conforme a la potencial (que Él conoce) que tenga uno de superar la tentación (con Su ayuda, por supuesto) por la salida que Él también provee.