¿A qué clase de mensaje se le podría llamar no edificativo? ¿Cómo responderemos si un hermano considera que los estudios que escucha no lo edifican debidamente?

Pregunta:

¿A qué clase de mensaje se le podría llamar no edificativo? ¿Cómo responderemos si un hermano considera que los estudios que escucha no lo edifican debidamente? Para mí no importa quién dé el estudio, mientras que el tema que vaya a dar esté de acuerdo a lo que la Biblia dice.

Respuesta:

Lo que usted afirma es correcto en cierto sentido: “no importa quién dé el estudio mientras que el tema que vaya a dar esté de acuerdo a lo que la Biblia dice”, siempre y cuando sea comprensible. Siendo así, uno puede ser edificado si se enfoca en el mensaje y lo recibe con fe en la Palabra de Dios.

No obstante, es también cierto que el mensajero influye mucho en la eficacia del mensaje. Algunos de los factores importantes que afectan la eficacia del mensaje bíblico que uno presenta son: (1) la actitud o espíritu del mensajero; (2) el ejemplo cristiano o carácter del mensajero; (3) la claridad de la explicación que presenta – que sea fácil de entender por todos; (4) la aplicación práctica que incluye en la presentación del mensaje – que demuestre la importancia del mismo para los oyentes. Hay más, por supuesto, pero estos son principios que aprendemos del ejemplo de nuestro Señor Jesucristo en Sus enseñanzas. Cada uno de estos 4 factores (y otros) son elementos en los que TODO mensajero puede (y debe) esforzarse por mejorar.

Dicho esto, si un hermano considera que los estudios que escucha no lo edifican debidamente, le tengo algunas sugerencias para él mismo:

Sugiero primero que acepte la responsabilidad personal por estar seguro de resultar edificado. Por ejemplo, puede preguntarse: “¿qué puedo hacer yo para sacar mayor provecho del estudio que estoy escuchando?” [Incluyo otras preguntas más específicas que puede hacerse con relación a cada uno de los 4 factores mencionados en el párrafo anterior.]

(1) ¿Puedo mejorar mi propia actitud hacia el mensaje y hacia el mensajero o seguiré permitiendo que su actitud decida la mía?
(2) ¿Puedo aprender algo importante del ejemplo de la vida del mensajero? ¿Veo en él algo positivo que necesito imitar? ¿Veo en él algo negativo que necesito evitar?
(3) ¿Puedo tomar apuntes o apuntar preguntas durante el estudio para que me quede más claro el tema o texto que el mensajero explica? ¿Puedo marcar ciertas palabras del texto o apuntar ciertas frases o conceptos que necesito estudiar más para que me queden claros? ¿Cómo lo explicaría mejor para que quedara más claro que lo que el hermano está presentando?
(4) ¿Cómo aplicaría este mensaje o este texto bíblico a mi propia vida? ¿Cómo lo aplicaría en mi familia o en la iglesia o con mis amigos? Tal vez le ayude si apunta estas ideas mientras se desarrolla el tema.

También sugiero que en vez de quejarse con otras personas, piense bien en la mejor manera de ayudar al hermano mensajero para que mejore su presentación de la Palabra para el beneficio de usted y los demás oyentes. Obviamente, esto requiere de amor, mansedumbre y sabiduría, pero, si en realidad hay deficiencias serias en su presentación del mensaje, será importante que alguien le ayude en vez de sólo criticarlo o dejar de estar presente cuando él presenta el mensaje. Nuevamente, puede analizar lo que él necesita tomar en cuenta sobre la base de los mismos 4 factores presentados en el párrafo anterior. Así, tendrá usted una lista de sugerencias específicas que usted considere puedan ayudarle a él en el ministerio de la Palabra de Dios y usted podrá decidir cómo y cuándo presentarle estas sugerencias (en privado, por supuesto). Es posible que también tenga usted sugerencias en cuanto a temas que puedan ser más beneficiosos para los oyentes y esto sería la oportunidad de compartir sus ideas con el hermano responsable por presentar los estudios.

La tercera sugerencia es: Si usted considera que puede presentar el estudio bíblico con más eficacia, prepárese y ofrezca sus servicios. Si no, siempre le animo a seguir las sugerencias anteriores y seguir apoyando la iglesia por medio de su asistencia y buena actitud en todas las reuniones de la iglesia y que deje de compartir con otras personas las quejas que tenga. Aún si son quejas de errores o deficiencias doctrinales, la primera persona más apropiada para recibir estas correcciones es el hermano que presentó el estudio. Es posible (sucede con MUCHA frecuencia) que el oyente no comprendió correctamente lo que fue presentado en la lección. Es posible que el hermano necesite aclarar algo que dijo o agregar a ello o corregirlo. Si usted desea AYUDAR a fortalecer la obra de Dios, estos son pasos que bien puede dar.