Favor de responder a mi comentario. No estoy de acuerdo con su posición en el tema del bautismo, argumentando que el bautizado es quien debe invocar el nombre de Jesús. 1° dos versiculos no definen una doctrina – por ejemplo: Hechos 22:16 y Romanos 10:13 2° estos dos pasajes no dicen ni quieren decir lo que usted afirma.

Pregunta:

Favor de responder a mi comentario. No estoy de acuerdo con su posición en el tema del bautismo, argumentando que el bautizado es quien debe invocar el nombre de Jesús.
1° dos versiculos no definen una doctrina – por ejemplo: Hechos 22:16 y Romanos 10:13
2° estos dos pasajes no dicen ni quieren decir lo que usted afirma.

Respuesta:

Muchas gracias por su muy franco comentario. Espero que le sea aceptable que haga algunas observaciones bíblicas sobre ciertos puntos.

(1) Si tomamos primero la declaración bíblica en Romanos 10:13 notamos: “todo aquel que invocare el nombre del Señor será salvo”. En este texto, el mismo individuo que invoca el nombre del Señor es el que será salvo. En el contexto inmediato, podemos comparar Romanos 10:9 en el cual el Espíritu Santo afirma que “Si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, será salvo”. Nuevamente, el individuo que confiesa el nombre del Señor es el mismo que será salvo. Romanos 10:10 une la responsabilidad de creer con la de confesar con la boca para salvación. El que cree en el corazón es el que confiesa con la boca y es el mismo que será salvo. Luego en 10:11-13 explica nuevamente que el individuo que cree no será avergonzado y que es rico para con todos los que le invocan al Señor “porque todo aquel que invocare el nombre del Señor será salvo”. No hay manera en este contexto de hacer que tenga referencia a otra persona que invoque el nombre del Señor sino que es claramente la misma persona que lo invoque quien será salva.
(2) Los únicos textos en el Nuevo Testamento que mencionan específicamente este concepto de invocar el nombre del Señor son Romanos 10:12,13 y Hechos 22:16; 2 Timoteo 2:22; 1 Corintios 1:2 (trataremos estos dos últimos enseguida). Juan 20:23 no menciona nada al respecto. El Nuevo Testamento claramente menciona mucho que HACEMOS “en el nombre del Señor”, incluyendo ser bautizados “en el nombre del Señor Jesús”. De hecho, Colosenses 3:17 nos exhorta hacerlo TODO “en el nombre del Señor Jesús”. PERO ninguno de estos textos mencionan el acto de “invocar” el nombre del Señor Jesús. No intentamos definir una doctrina sino exponer lo que el texto bíblico afirma y los únicos textos que afirman la necesidad de “invocar” el nombre del Señor son los ya citados.
(3) ¿Quién invoca el nombre del Señor en los otros textos que mencionan esta acción? En 1 Corintios 1:2 identifica a “la iglesia de Dios” en Corinto como “los santificados en Cristo Jesús” y los “llamados a ser santos”. Luego agrega a este mismo grupo “todos los que en cualquier lugar INVOCAN el nombre de nuestro Señor Jesucristo”. Claramente, los que “invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo” son todos los santos de Dios, toda la iglesia, todos los santificados en Cristo Jesús, NO específicamente el individuo que los bautizó. Se trata de apelar al Señor por Su ayuda. En 2 Timoteo 2:22 a Timoteo se le exhorta a vivir en santidad y hacerlo juntamente con “los que de corazón limpio invocan al Señor”. No se trata de que alguien invoque el nombre del Señor sobre ellos sino que ellos mismos apelan al Señor por Su ayuda en sus esfuerzos por vivir en santidad. En cada texto bíblico que emplea esta expresión, la palabra griega es la misma, la construcción gramatical es la misma, y el contexto implica claramente que es la humilde apelación del individuo, no una expresión pronunciada sobre él por otra persona.
(4) La palabra traducida “invocar” en estos textos bíblicos y la palabra misma en el castellano significan principalmente “apelar” para recibir ayuda o apoyo de otro. Seis veces en el libro de los Hechos se menciona que el apóstol Pablo “apeló” (“invocó”) a César para lograr un juicio justo (Hechos 25:11,12,21,25; 26:32; 28:19). Es la misma palabra en la misma construcción griega que encontramos en Hechos 22:16 en el cual Pablo debe apelar al Señor (invocar Su nombre) para que sus pecados sean lavados en el momento del bautismo. Esta palabra traducida “invocar” NO significa “pronunciar sobre”. Ninguno de estos textos habla de invocar “sobre” el individuo o grupo de personas. En ninguno de estos textos señala alguna autoridad inherente en PRONUNCIAR estas palabras. Toda la potestad o autoridad claramente le pertenece a nuestro Señor Jesucristo (Mateo 28:18). De esto no hay duda. Tampoco hay duda que bautizamos por la potestad o autoridad de Jesucristo (en el nombre de Jesucristo). Pero esto no es inherente en PRONUNCIAR ciertas palabras.
(5) Estoy consciente que algunas religiones insisten que en el momento del bautismo el que bautiza debe decir “te bautizo en el nombre de Jesucristo” para que el bautismo sea bíblico y válido. Entiendo que, como es natural, esto influye en su explicación de Hechos 22:16. No obstante, al analizar el uso de esta frase en el Nuevo Testamento y el contexto mismo de Romanos 10:13 y Hechos 22:16, no encuentro forma de apoyar la idea que tenga referencia a las palabras pronunciadas por el que bautiza sino más bien a la fe y la confesión del individuo que apela a Dios por Su ayuda y la salvación que ofrece en el momento del bautismo – por la fe en la obra de Dios (Colosenses 2:12).