¿Qué versículos de la Biblia puedo leer para animarme después de haber dado un mal testimonio?

Pregunta:

¿Qué versículos de la Biblia puedo leer para animarme después de haber dado un mal testimonio?

Respuesta:

(1) Siervos fieles de Dios siempre han sido culpables de dar mal testimonio en ciertas circunstancias. No obstante, Dios los ha perdonado y los ha seguido usando para Su gloria. El caso del apóstol Pedro es uno que me impresiona. Incluyo una lista de incidentes en su vida (Lucas 5:8; Mateo 14:30,31; 16:22,23; 17:4,5; Juan 13:8; Mateo 26:33-35; Lucas 22:32; Mateo 26:69-75; Juan 18:10,11; 21:15-17,21,22; Hechos 10:13-15; Gálatas 2:11,12). No obstante, después de cada incidente vergonzoso, aunque desilusionado consigo, Pedro no se dio por vencido.

(2) Después de todo esto también descubrimos que Dios le usó a Pedro para escribir 2 epístolas y en 1 Pedro 5:6-10 encuentro 4 verdades importantes para él y para nosotros con relación a nuestras debilidades y fallas:
a. La importancia de la humildad para recibir la gracia y ser exaltados (5:6,7)
b. La importancia de mantenerse alerta para evitar ser devorados por el enemigo (5:8)
c. La importancia de contraatacar – seguir resistiendo al diablo (5:9).
d. La importancia de confiar en la obra de Dios para llevarnos a Su gloria eterna en Cristo a pesar de las fallas nuestras (5:10).

(3) Renfocar nuestra mente y nuestra confianza en nuestro Dios maravilloso quien da 1 y otra oportunidad (“hasta setenta veces siete”). Mateo 18:22
a. Porque Él es Dios de misericordia – no nos da lo que merecemos.
b. Porque Él es Dios de gracia – nos da lo que no merecemos.
c. Porque Él es Dios de paciencia – obrando en nosotros poco a poco para lograr el crecimiento.
d. Porque Él es Dios de poder – transformándonos en la imagen de Cristo.
e. Porque Él es Dios de sabiduría – usando aun nuestras fallas para bendecir y santificarnos.
Sugiero notar estas cualidades con cuidado en su estudio de la Biblia y en especial en individuos y grupos con los que Dios trata en las Escrituras.

Espero que estas sugerencias le sean útiles. Recordemos siempre que el desánimo NUNCA proviene de Dios sino SIEMPRE de Satanás. ¡NO colaboremos con él!