Pregunta:
Usted enseña que el bautismo salva. ¿Simón el mago se bautizó y se salvó? (Hechos 8:13) Si no, ¿por qué no?
Respuesta:
La Biblia dice en 1 Pedro 3:21 que el bautismo nos salva siempre y cuando sea “la aspiración de una buena conciencia hacia Dios”.
Cuando la Biblia habla de los requisitos para ser salvo (creer y ser bautizado – Marcos 16:16) se refiere a que sean perdonados nuestros pecados pasados (o sea hasta el momento). En este sentido sí fue salvo Simón porque el texto bíblico dice claramente que “también creyó Simón mismo y habiéndose bautizado estaba siempre con Felipe” (Hechos 8:13). Sus pecados del pasado le fueron perdonados.
Posteriormente también cedió a la tentación de volver a su antigua pasión del amor al dinero y su corazón llegó a no estar “recto” delante de Dios (Hechos 8:21). La solución para ser perdonado de nuevo NO fue que creyera en Cristo (porque ya creía) ni que se bautizara (ya lo había hecho correctamente) sino: “Arrepiéntete, pues, de “esta tu maldad y ruega a Dios si quizá te sea perdonado el pensamiento de tu corazón” (Hechos 8:22). De estar bien con Dios después de creer y ser bautizado (salvo) pasó a no estar bien con Dios sino de estar de nuevo en “prisión de maldad” (Hechos 8:23).
Como puede ver, la salvación no es algo que recibimos y que nunca la podamos perder. Es necesario seguir practicando la verdad (andando en luz) para mantener nuestra relación con Dios y ser lavados continuamente en la sangre de Cristo (1 Juan 1:5-7).