Marido de una sola mujer

Pregunta:

Sabemos que el que desea ser anciano debe ser “marido de una sola mujer” (1 Timoteo 3:2).  ¿Puede ser anciano un cristiano que haya divorciado a su primera esposa por causa de la fornicación y que se haya casado con otra conforme al permiso de Cristo en Mateo 19:9?

Respuesta:

Sabemos con certeza que este requisito excluye: (1) el cristiano soltero y (2) el cristiano culpable de la poligamia y (3) el cristiano que se divorció (no por causa de la fornicación) y que se casó con otra (adulterio) (4) el cristiano que no sea fiel a su esposa.

El soltero no ha comprobado su carácter como marido o que tenga la capacidad de gobernar a su propia casa todavía.  Carece de la experiencia moral y espiritual que Dios requiere para gobernar a la familia de Dios (1 Timoteo 3:4,5).

Por supuesto, la Palabra de Dios no permite que ningún cristiano practique la poligamia o el adulterio, pero lo mismo es cierto en cuanto a casi todos los requisitos para uno que sea seleccionado para servir como anciano en la iglesia de Dios.

¿De cuántas mujeres es marido el cristiano que divorcia a su esposa por causa de la fornicación y se casa con otra soltera?  Todos sabemos que la respuesta es que es “marido de una sola mujer” aunque obviamente ha tenido dos esposas.  ¿De cuántas mujeres es marido el cristiano que enviudó y se casó con otra soltera?  Nuevamente, todos sabemos que la respuesta es que es “marido de una sola mujer” aunque obviamente ha tenido dos esposas.  ¿Es totalmente igual el caso de ambos?  Ambos tienen derecho de casarse con la segunda mujer, pero ¿cambia algo importante que los excluye del obispado?  ¿Queda excluido del obispado también el viudo que se casa otra vez?  ¿Por qué?  Si la respuesta es que “no”, ¿cuál es la diferencia entre él y el cristiano que es marido fiel y repudia a su mujer por causa de la fornicación y posteriormente se cada con otra soltera?

La pregunta es:  ¿en qué sentido debe el anciano ser “marido de una sola mujer”?  ¿Se excluyen únicamente el soltero, el polígamo, y el adúltero?

¿Habrá alguna diferencia en la “autoridad moral” o sea la “influencia por ejemplo” del cristiano divorciado bíblicamente en contraste con el cristiano que nunca se divorció?  Sabemos que ser “irreprensible” o “irreprochable” es requisito importante para el anciano (1 Timoteo 3:2).  Esto se extiende aún a “los de afuera” de la iglesia (1 Timoteo 3:7).  ¿Será que el hecho de haberse divorciado, aunque sea por causa de la fornicación de parte de la esposa, pueda disminuir su reputación a tal grado que no debe servir como pastor de la grey de Dios?  Hay que reconocer que es posible.  Si así fuera, ¿le hace ineficaz o inaceptable como pastor?  En lo personal, no tengo respuesta definitiva, pero no me parece cierto, cuando menos, no en la mayoría de los casos.  Me parece que esto sería variable, según cada caso, no algo definitivo en todo caso.

El factor que no hemos considerado todavía es el que considero clave.  La frase traducida “marido de una sola mujer” incluye la idea de ser hombre de solamente una mujer o sea marido fiel.  Es ser hombre que (sexualmente) no trata con varias mujeres sino con una sola.  No debe haber duda que sea marido leal a una mujer – su esposa.  Esta pureza sexual es elemento indispensable en el carácter de todo cristiano y requisito indispensable para todo anciano.

Si uno lee la lista de requisitos de ancianos y diáconos con cuidado, notará que estos requisitos excluyen a hombres que tengan problemas con la ira, la deshonestidad, las borracheras, el amor al dinero pero aparte de esta frase no menciona el problema común de la fornicación.  La fornicación era uno de los pecados comunes que caracterizaban aquella cultura de gentiles (y aún judíos) del primer siglo (no tan diferente de la cultura actual).  Se incluía como parte de varias de las religiones paganas.  Es algo que el Espíritu Santo en casi todas las epístolas.  Es inconcebible que no sea mencionada la pureza sexual como requisito para los pastores espirituales del pueblo de Dios.  No hay duda que el pastor debe estar casado, como ya explicamos.  No hay duda que debe tener solamente una esposa (no debe ser polígamo).  Pero es muy probable que el énfasis en este requisito (“marido de una sola mujer”) es que debe ser marido que sea fiel a solamente una mujer – su mujer: “hombre de una mujer”.  Un cristiano que tenga problemas con la fidelidad total a su mujer, no puede ser pastor del pueblo de Dios.

Este requisito (“marido de una sola mujer”) no es un mero requisito técnico de estar casado y nunca haberse enviudado o nunca haber repudiado a su mujer fornicaria.  Es un requisito que trata del carácter moral y espiritual del hombre.  En todo caso, no cumplir con este requisito disminuye su reputación a tal grado que no debe servir como pastor de la grey de Dios.  En todo caso, esta deficiencia moral y espiritual le hace ineficaz e inaceptable como pastor.

Por tanto, llego a la conclusión que el propósito del Espíritu Santo en el requisito de ser “marido de una sola mujer” no es excluir del obispado a un cristiano que haya divorciado a su primera esposa por causa de la fornicación y que se haya casado con otra conforme al permiso de Cristo en Mateo 19:9.  Entiendo también que no es su propósito excluir a un hermano que enviudó y se casó de nuevo.  Al que sí excluye, es al cristiano que no sea marido totalmente fiel en todo para con una sola mujer – su esposa.

Como en todo, el cristiano no debe violar su propia conciencia sino que debe estar plenamente convencido en su propia mente sobre la base única de las Escrituras inspiradas.

Estoy consciente que esta respuesta será muy controversial para algunos hermanos.  Siempre estoy dispuesto a recibir la ayuda de otros hermanos que encuentren algún error o alguna deficiencia en mis respuestas.  Comprendo que es un tema muy importante y espero que me ayuden aquellos que consideren tener algún entendimiento bíblico que ayude a aclarar más este tema.