Se arrepiente

Pregunta:

¿Cómo podemos explicar la aparente contradicción entre Génesis 6:6 y Números 23:19 en cuanto al arrepentimiento de Dios?

Respuesta:

Encontramos el mismo fenómeno en I Samuel 15:11,29 aunque en algunas versiones I Samuel 15:11 se traduce "me pesa" en vez de "me arrepiento". Y creo que en esto mismo está la explicación.

Cuando la Biblia dice que Dios se arrepiente, se refiere a la tristeza que siente por la rebeldía del hombre. Siente pesar por los resultados del pecado humano. PERO en el ser humano el arrepentimiento incluye un CAMBIO DE VOLUNTAD. La voluntad de Dios NO CAMBIA. En este sentido EL NO SE ARREPIENTE.

Su voluntad al crear al hombre fue que éste le sirviera fielmente. Cuando el hombre se volvió exageradamente pecaminoso, Dios sintió tristeza por los resultados de haber creado al hombre "se arrepintió Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y le dolió en su corazón" (Génesis 6:6). PERO Dios no cambió Su voluntad. Siguió siendo Su voluntad que el hombre le sirviera y procedió a eliminar a aquellos hombres que no aceptaban esta voluntad divina por medio de un terrible diluvio.

La voluntad de Dios al escoger a Saúl como rey sobre Israel fue que Saúl le obedeciera y que sirviera de ejemplo a todo Israel de un siervo de Dios. Cuando Saúl le desobedeció, Dios sintió el pesar por los resultados de la rebeldía de Saúl (I Samuel 15:11). PERO Dios no cambió Su voluntad. Siguió siendo Su voluntad poner como rey sobre Israel a un hombre fiel. Por tanto, anunció que haba quitado el reino de Saúl por su desobediencia y lo dio aun hombre más fiel (I Samuel 15:28,29).

Así que Dios sí se arrepiente en el sentido de sentir pesar por las consecuencias de la rebelión del hombre PERO no se arrepiente en el sentido de cambiar Su voluntad.

Hay otro sentido en que Dios se arrepiente. Cuando él anuncia el castigo o la destrucción de una ciudad o una nación pecaminosa y los hombres pecadores se arrepienten de corazón (dejan de desobedecer a Dios), Dios también se arrepiente y no cumple el castigo que les haba prometido. Jonás 3 ilustra claramente este punto. Dios haba anunciado por medio del profeta Jonás que dentro de 40 días Nínive sería destruida. Pero cuando los habitantes de Níneve se arrepintieron de corazón Dios también les perdonó "se arrepintió del mal que haba dicho que les haría, y no lo hizo" (Jonás 3:10).

En este caso nuevamente notamos que Dios NO cambió Su voluntad. Lo que sucedió fue que los hombres al fin decidieron cumplir Su voluntad y así evitaron el castigo de Dios.