Pregunta:
"La actitud de mi especial hermano, es que no debemos poner en segundo plano a las cosas de Dios cualquiera que sea la ocasión.
Yo estoy de acuerdo con el cuando dice que debemos poner a las cosas de Dios primero antes que cualquier cosa.
Pero también hay que tomar en cuenta lo siguiente:
1. Hay que amar a Dios por sobre todas las cosas.
2. Poner a Cristo primero en todo.
3. Amar a nuestras esposas como Cristo amo a la iglesia.
4. Amar a la iglesia porque Dios nos ha añadido a ella.
Pero si descuidamos a nuestra familia por estar atento de una forma perfecta a las cosas de la iglesia, ocurren problemas en el matrimonio y Dios no quiere unas esposas carentes de amor sino unas esposas sin mancha y sin arrugas. Ahora no pretendo hermano poner como excusa a mi relación matrimonial que tengo con mi esposa sino que creo que hay que estar bien con todo. También creo que si no estoy bien con Cristo, no estoy bien con dios. Si digo que estoy bien con Cristo y con Dios, pero mi esposa se siente que no le doy la suficiente atención, entonces no estoy bien con Cristo ni con dios. Y de igual forma si estoy bien con mi padre y con mi salvador y con mi esposa, pero no con la iglesia, también me estoy engañando. Hay que prepararse en las escrituras para lograr toda buena obra.
¿Que me puede decir?
Respuesta:
1. En términos globales, es importante que el cristiano no pierda el equilibrio en cuanto a sus responsabilidades dentro de la voluntad de Dios. El trabajo material es un deber cristiano (2 Tesalonicenses 3:10,11; Efesios 4:28) y no podemos usar la devoción a cierto proyecto en la iglesia (por muy bueno y bíblico que sea) como pretexto para no trabajar PERO el trabajo material también puede convertirse en el afán de su vida, y como tal, un obstáculo para su servicio a Dios. Utilizo esto como ilustración de la verdad que no solamente tenemos la responsabilidad de dedicarnos a ciertas actividades o proyectos en la iglesia sino también muchas otras responsabilidades que también son parte de la fidelidad cristiana. La responsabilidad a esposa e hijos es una de ellas.
2. Dejar de proveer para las necesidades de su familia hace nulo cualquier trabajo que haga en nombre de Cristo y hace que su condición espiritual sea peor que la de un incrédulo (I Timoteo 5:8; compare la tradición pervertida de los judíos en el primer siglo condenada por Cristo en Marcos 7:9-13.)
3. El marido cristiano que no vive sabiamente con su esposa y no la honra daña tanto su propia relación con Dios que sus oraciones pueden ser estorbadas (I Pedro 3:7).
4. La importancia de la relación matrimonial y la de padre con sus hijos se manifiesta claramente en las Escrituras del Nuevo Testamento porque es requisito indispensable para ser anciano en la iglesia del Señor (I Timoteo 3:2,4,5; Tito 1:6). Entiendo que, aunque uno tiene responsabilidad general hacia todo el mundo para beneficio de toda alma, tiene responsabilidad ESPECIFICA hacia su propia familia para hacer todo lo posible para lograr su salvación.
5. No creo que puede ser más claro el Espíritu Santo sobre la importancia de la devoción y la dedicación de tiempo, dinero, esfuerzo, y amor a la relación matrimonial que lo que presenta en Efesios 5:21-33. Es responsabilidad del marido sacrificarse por su esposa, no solamente por la iglesia. Debe sustentarla y cuidarla DE LA MISMA MANERA que Cristo sustenta y cuida a la iglesia. El responsable PRINCIPAL de la iglesia es Cristo. Nosotros claramente, como miembros del cuerpo, también tenemos responsabilidades hacia ella y debemos ser trabajadores y sacrificarnos también por ella. PERO el responsable PRINCIPAL por el cuidado de la mujer es el marido. Esto no significa que solamente debe proveer por sus necesidades materiales sino también las emocionales y espirituales (y lo mismo en cuanto a la crianza de los hijos – note que Efesios 6:4; Colosenses 3:21 se dirigen a los padres, no solamente a la madre).
6. Me vuelvo al tema del equilibrio espiritual en cuanto a nuestras prioridades y el uso de nuestro tiempo. Definitivamente debemos amar más a Cristo que a esposa, hijos, hijas o cualquier otro miembro de la familia (Mateo 10:37). Y si tenemos que escoger entre hacer la voluntad de Cristo o hacer la de la esposa, claramente haremos la de Cristo y en este sentido "aborrecer" a la esposa (Lucas 14:26). PERO debemos recordar que la voluntad de Cristo no se lleva a cabo solamente en las reuniones y actividades programadas de la iglesia. La evangelización es una de las misiones principales de la iglesia. Pero esto comienza con los hijos de uno. Y la evangelización no es la única obra a la cual debemos dedicarnos, sino también la de ser marido fiel que provee material, emocional y espiritualmente por la esposa. Creo que el varón cristiano sabio y maduro encontrará la forma de dedicar el suficiente tiempo a su propia familia para suplir sus necesidades y siempre encontrará tiempo también para colaborar con el cuerpo de Cristo en suplir las necesidades de otras almas por medio de la edificación, la evangelización, la comunión cristiana y la benevolencia apropiada. En algunos casos logrará combinar algún proyecto a favor de otras almas con tiempo en compañía de su familia. Pero en otros tendrá que reconocer las necesidades que tiene su familia y dedicar tiempo exclusivo para ella.