Pregunta:
¿Cuál es el papel debido de la mujer cristiana en la iglesia?
Respuesta:
El papel de la cristiana en la iglesia es importantísima y demasiadas veces no apreciamos el valor o la importancia de su papel y como consecuencia no les animamos a nuestras hermanas a desarrollarse más ampliamente. En realidad hay solamente 2 limitaciones que conozco sobre la obra de la mujer en la iglesia: (1) No debe enseñar sobre los hombres en las reuniones de la iglesia (entiendo que se refiere a los adultos porque sí deben enseñar a los hijos), y (2) No debe ejercer autoridad sobre los hombres en la iglesia. (1 Timoteo 2:11,12). Pero estos reglamentos bíblicos les excluye de muy poquito de la gran obra que Dios ha dejado a Su iglesia. A veces nos parece que es mucho pero esto es porque: (1) tenemos un concepto tan limitado de lo que es la obra de la iglesia y (2) tratamos de imponer estas limitaciones en ambientes o situaciones en los cuales no los impone la Biblia.
Hay tanto que pueden hacer sin violar estos principios bíblicos. Pueden enseñar en clases o conferencias para: otras damas cristianas, mujeres adolescentes, niños y niñas (Tito 2:3-5), enseñar el evangelio a otras personas inconversas, hacer obras de compasión que son de tanta importancia en demostrar al mundo que tenemos el espíritu de Jesucristo, animar a hombres y mujeres desanimadas, ayudar juntamente con el marido a hermanos a los que les falte cierto conocimiento (como Priscila y Aquila). Le animo estudiar lo que la Biblia nos revela acerca de la hermana Febe (Romanos 16:1,2); la hermana Priscila (Romanos 16:3-5; 18:18,19,24-26; 1 Corintios 16:19 y note 2 Timoteo 4:19); la hermana María y otras (Romanos 16:6,12).
Necesitamos de la ayuda de cada cristiana para ayudar en el crecimiento espiritual y numérico de la iglesia. Cada una trae algo especial para el beneficio de la iglesia y la obra del Señor: sus oraciones, sus ideas y su percepción en muchas situaciones, su experiencia con la gente y sus capacidades en relaciones humanas en las cuales muchas veces los varones carecemos de ello. La iglesia necesita de su pasión por la obra y su entusiasmo, su espíritu de compasión expresada de su manera particular y su generosidad. Los varones necesitamos que ayuden a motivarnos, y que nos tengan paciencia y que nos inspiren a hacer el bien. Mucho del ánimo que he recibido en mi vida cristiana ha sido por medio de mujeres cristianas (de jóvenes y de mujeres más maduras). Muchas ideas para la obra han surgido de entre las cristianas con imaginación, visión y un concepto más amplio muchas veces de lo que se necesita y de los que pueda ser eficaz para el bien de la obra de Dios.
Les animo a mis hermanas en Cristo a que dejen de enfocar lo poquito que Dios les prohíbe y empezar a hacer su propia lista personal y compartir entre ustedes ideas para formar un equipo de siervas que harán un impacto poderoso para Dios. Les animo a mis hermanos varones a que reconozcan lo mismo y a que consulten con las hermanas y escuchen lo que piensan, sueñan y anhelan para la obra de Dios. Los varones tienen la responsabilidad de tomar decisiones PERO tomarlas sin tomar en cuenta las ideas, las preocupaciones, los sueños y la sabiduría de las hermanas es LIMITAR su eficacia y sus decisiones indebida e innecesariamente.