PREGUNTA:
¿Hay otro reino de Dios que es futuro? Cuando dijo Jesús, "y no volveré a tomar de este fruto de la vid hasta que el reino de Dios venga (Lucas 22:18), ¿Es que a caso en el descenso del Espíritu Santo tomó nuevamente Jesús el fruto de la vid?
RESPUESTA:
La respuesta directa a su pregunta es que entiendo que la promesa de Jesucristo se cumple en la comunión que tenemos con Él en la cena del Señor. No encuentro otro reino al estilo milenialista en la Palabra de Dios. Es un tema muy amplio, por supuesto, pero me limitaré al texto específico que cita (Lucas 22:18).
Creo que el texto paralelo en Mateo 26:29 nos ayuda un poco porque incluye una parte de la declaración de Cristo no enfocado por Lucas: "hasta aquel día en que lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre". Al beber el fruto de la vid en el reino de Dios sería algo Anuevo@ o sea diferente (probablemente porque ya no tendría ninguna relación con la pascua sino exclusivamente con el sacrificio de Cristo). La palabra traducida Anuevo@ (kainos) no significa Ade nuevo@ o sea Aotra vez@ sino algo nuevo (nuevo pacto, nueva criatura, hombre nuevo, mandamiento nuevo, etcétera). La palabra traducida Aotra vez@ en el Nuevo Testamento es otra y no está relacionada de ninguna manera con kainos.
La realidad de la coparticipación o sea comunión espiritual que ocurre en la cena del Señor es algo que el Espíritu Santo enfoca de una manera especial en 1 Corintios 10:14-22. Es la comunión del cuerpo y de la sangre de Cristo y es la participación de la mesa del Señor. Es decir que entramos en comunión íntima con Él no solamente unos con otros. No es solamente una conmemoración; es también una coparticipación espiritual. Lo compara (o, mejor dicho, lo pone en contraste) con participar de la mesa de los demonios – entrar en comunión espiritual con ellos al ofrecer sacrificios a los ídolos.
Por tanto, entiendo que la promesa de Jesucristo en Mateo 26:29 y Lucas 22:18 se cumple ahora en el reino de Dios – la iglesia del Señor – específicamente en la cena del Señor – la comunión – la participación de la mesa del Señor.
