Pregunta:
En Hechos 19 se registra la historia de los discípulos que fueron bautizados por segunda vez en el nombre de Jesús. Entiendo que ellos vinieron a ser salvos en este momento y no antes; pero entonces, ¿por qué son llamados “discípulos” en el versículo 1?.
Respuesta:
La palabra traducida “discípulo” (mathetes) significa sencillamente “aprendiz”. El Nuevo Testamento incluye entre ellos: (1) uno que era “discípulo de Jesús” en secreto por el temor que tenía de los dirigentes de los judíos (Juan 19:38); (2) algunos que no aceptaron ciertas enseñanzas de Jesús y que “volvieron atrás y ya no andaban con él” (Juan 6:66).
Lo que entiendo es que uno que deseaba aprender de Jesús aunque le faltaba más conocimiento o aunque le faltaba más convicción y valentía, se consideraba, en cierto sentido, como “discípulo”. No obstante, en Juan 8:31 habla a judíos que habían creído en él y establece cierta distinción entre su condición actual y la que pudieran lograr de ser “verdaderamente mis discípulos” por permanecer en Su palabra”. Además, en Juan 15:8 habla directamente con los apóstoles y quizá algunos otros discípulos cercanos pero define para ellos en términos específicos uno de los requisitos para que sean Sus discípulos: “que llevéis mucho fruto y SEÁIS ASÍ mis discípulos”.
Por tanto, concluyo que aquellos individuos en Éfeso creían en Jesús y en este sentido eran discípulos, PERO les faltaba el bautismo en el nombre de Jesús para recibir la salvación en Cristo y el don del Espíritu Santo. Al igual que los judíos en Juan 8:31, les faltaba más conocimiento de Su palabra para poder obedecer Su evangelio y ser salvo.
En todo caso, sabemos que todo verdadero discípulo debe ser bautizado (Mateo 28:19) e instruido a obedecer toda enseñanza de Cristo (Mateo 28:20).