PREGUNTA:
¿Qué significa Efesios 4:8,9?
RESPUESTA:
En cuanto a Efesios 4:8, entiendo que se trata de la muerte, la resurrección y la ascensión de Jesucristo a la diestra de Dios. De esta manera venció la muerte y el Hades (Apocalipsis 1:18) y a Satanás mismo (Hebreos 2:14,15). Luego, con esta potestad de Rey dio bendiciones a los hombres. Note también el argumento del apóstol Pedro en Hechos 2:32,33. Los versículos que siguen (Efesios 4:9 12) aclaran que a ciertos individuos les dio dones especiales para ayudar en la preparación de Su iglesia.
El texto enseña que el “descenso” de Jesucristo fue “a las partes más bajas de la tierra” no a la morada de los espíritus, no al Hades, y no al infierno. Primero, descendió. Segundo, subió. Esto es paralelo a Filipenses 2:6-9, “el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a qué aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre.” Juan 3:13 es otro texto similar: “Nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo; el Hijo del Hombre, que está en el cielo.” Vea también Juan 6:33,38. La encarnación del Cristo, el rechazo que sufrió, el sufrimiento de la cruz y toda la experiencia suya no fue en una posición elevada en esta tierra sino en “las partes más bajas de la tierra” como siervo de todos (Marcos 10:45).
En este texto Pablo cita Salmos 68:18, “Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad, Y dio dones a los hombres” (Efesios 4:8). El propósito claro de citar este texto es para mostrar el poder que Cristo tiene y que El ocupa para el beneficio de la iglesia. El ha tomado el botín en la batalla contra las potestades de las tinieblas y, por lo tanto, puede dar dones a los cristianos conforme a Su voluntad. En Su muerte y resurrección Cristo ganó la victoria sobre Satanás y sus fuerzas angélicas (Colosenses 2:15; Hebreos 2:14,15). Las potestades que habían tenido a los hombres en cautividad resultaron impotentes ante el poder de Jesucristo. El llevó cautiva la cautividad y esta gran victoria de Cristo fue usada para ayudar a Su iglesia. Subió a lo alto en Su ascensión y exaltación a la diestra de Dios, de la cual envió dones a Su pueblo.