Para muchas personas el concepto de ser solamente cristianos sin asociarse con denominación alguna es muy raro. No obstante, a los siervos de Dios en el primer siglo les habría parecido aún más extraño hablar de cristianos Católicos, cristianos Bautistas, cristianos Testigos de Jehová, cristianos Pentecostales, etcétera.
¿Será posible ser cristiano solamente? ¿Por qué no? ¿Habrá algún nombre superior que aquel que nos identifica con el “Cristo” el Hijo de Dios? En este nombre glorificamos a Dios: “Pero si alguno sufre como cristiano, que no se avergüence, sino que como tal glorifique a Dios” (1 Pedro 4:16). Agregar el nombre de alguna persona, método, o doctrina al hablar de los seguidores de Jesucristo es pura presunción humana que deshonra al Salvador.
Si la persona que enseña el evangelio de Cristo no agrega requisitos denominacionales a su mensaje, el que acepta su enseñanza será cristiano solamente. Si la persona que desee ser de Jesucristo acepta la enseñanza sencilla del Nuevo Testamento en cuanto a cómo ser de Èl, sin interesarse en ser de determinada denominación, será cristiano solamente. Si la persona que sigue a Jesucristo rehusa la lealtad a organizaciones religiosas establecidas por el ser humano, será cristiano solamente.