Pregunta:
¿Es correcto dirigir nuestra adoración al Espíritu Santo?
Respuesta:
Que yo sepa, la Biblia no hace distinción entre la reverencia o las alabanzas que debe recibir el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Sabemos que el Espíritu Santo forma parte integral de la Deidad de igual manera que el Hijo y el Padre (vea el estudio sobre El Espíritu Santo en la lección sobre la persona y la Deidad del Espíritu Santo).
No es inferior al Padre o al Hijo de manera alguna. Por tanto, ¿cómo podremos hacer menos que alabar y glorificarlo?
En las visiones de la gloria de Dios en Apocalipsis 4 y 5 y las alabanzas celestiales, el Espíritu Santo está incluido.
Vale la pena notar también que “blasfemar” (hablar mal) contra el Espíritu Santo, que es lo opuesto de “alabar” o “glorificar” (hablar bien) del Espíritu Santo es un pecado tan terrible y refleja una condición de corazón tan degenerado y endurecido que no se perdona (Mateo 12:32). Siendo así, me parece muy razonable pensar que debemos alabar y glorificar al Espíritu Santo.
Creo que todo esto es resultado de no apreciar la plenitud de la Deidad que caracteriza a Padre, Hijo y Espíritu Santo. Quizá sea por la falta de enseñanza en la iglesia acerca del papel legítimo que juega el Espíritu Santo en la iglesia hoy día o quizá sea por otro motivo.