Pregunta:
Quiero saber, por favor, si 2 Corintios 8:14 es un consejo o un mandamiento.
Respuesta:
Lo primero que le sugiero es que lea el capítulo entero como también el capítulo 9. Luego hay que considerar el contexto más inmediato (2 Corintios 8:7-15).
El sacrificarse para el beneficio de otro es una manifestación la misma gracia que encontramos en el ejemplo de Jesucristo (2 Corintios 8:9) abunda en la vida de uno (2 Corintios 8:7).
El contexto dice claramente que NO es mandamiento: “No hablo como quien manda” (2 Corintios 8:8). Se trata del fruto del amor de uno hacia sus hermanos (“para poner a prueba…la sinceridad del amor vuestro”) expresado en el donativo para beneficiar a los necesitados en Judea.
Es una aplicación práctica del principio explicado por Jesucristo en Mateo 7:12: “Así que todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos, pues esto es la Ley y los Profetas.” Es justo ayudar de nuestra abundancia a aquellos hermanos que, en determinada situación, tenga escasez y que, cuando tengan ellos abundancia pero nosotros escasez, nos ayuden a nosotros. Es la expresión del amor (espiritual) que refleja el amor de Dios: “Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad y cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él?” (1 Juan 3:17).