PREGUNTA:
¿Qué significa I Corintios 6:2,3? ¿Significa que el juicio final no corresponde a Dios hacerlo?
RESPUESTA:
Definitivamente NO significa que el juicio final no está en manos de Dios y específicamente de Cristo (lea Juan 5:22,23; Hechos 17:31; Romanos 2:16; I Corintios 5:13; II Timoteo 4:1; Romanos 14:10 12; II Corintios 5:10; Mateo 25:31 46; Apocalipsis 20:11 13; I Pedro 1:17; 4:5).
Sabemos que Noé “condenó al mundo” en su tiempo por medio de su propia fe que le impulsó a obedecer a Dios en la construcción del arca (Hebreos 11:7). La Biblia dice que “los hombres de Níneve se levantarán en el juicio” contra la generación de judíos del tiempo de Cristo “y la condenarán; porque ellos se arrepintieron a la predicación de Jonás” pero los judíos del tiempo de Cristo no se arrepintieron a la predicación de Cristo, Uno que es mayor que Jonás (Mateo 12:41). Vea también Mateo 12:42. Cuando el cristiano es obediente a la Palabra de Dios, juzga y condena al mundo rebelde por medio de su propia vida. Fue por esta causa que el mundo aborreció a Cristo (Juan 3:18 21). El mundo nos aborrece a nosotros por la misma razón cuando guardamos la Palabra de Dios (Juan 17:14). En este sentido juzgamos al mundo. Y aparentemente en el juicio final nuestra fidelidad servir como testimonio contra el mundo incrédulo y evidentemente contra los ángeles rebeldes (Judas 6).
Si vamos a participar de otra manera en el juicio final, no encuentro ningún texto bíblico que lo aclare. Pero de ser así, será una función BAJO la autoridad de Cristo y conforme a Su voluntad, no una función independiente nuestra.