Cabeza desnuda

Pregunta:

¿Deben las mujeres creyentes llevar un velo? ¿Puede una cristiana alabarle a Dios sin cubrir su cabeza con el velo?

Respuesta:

La gente observa que muchas religiosas usan el velo todo el tiempo; otras lo usan solamente en los servicios religiosos; y otras nunca ponen el velo. ¿Por qué hay tanta confusión y división en cuanto a esta práctica? ¿Qué significa el velo? La Palabra de Dios es la única fuente confiable para la respuesta de estas preguntas importantes.

El único texto que habla de esta práctica entre los miembros de la iglesia primitiva es 1 Corintios 11:2-16. El texto completo de 1 Corintios 11:2-16 dice, “Os alabo, hermanos, porque en todo os acordáis de mí, y retenéis las instrucciones tal como os las entregué. Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo. Todo varón que ora o profetiza con la cabeza cubierta, afrenta su cabeza. Pero toda mujer que ora o profetiza con la cabeza descubierta, afrenta su cabeza; porque lo mismo es que si se hubiese rapado. Porque si la mujer no se cubre, que se corte también el cabello, y si le es vergonzoso a la mujer cortarse el cabello o raparse, que se cubra. Porque el varón no debe cubrirse la cabeza, pues él es imagen y gloria de Dios; pero la mujer es gloria Del varón. Porque el varón no procede de la mujer, sino la mujer del varón, y tampoco el varón fue creado por causa de la mujer, sino la mujer por causa del varón. Por lo cual la mujer debe tener señal de autoridad sobre su cabeza, por causa de los ángeles. Pero en el Señor, ni el varón es sin la mujer, ni la mujer sin el varón; porque así como la mujer procede del varón, también el varón nace de la mujer, pero todo procede de Dios. Juzgad vosotros mismos: ¿Es propio que la mujer ore a Dios sin cubrirse la cabeza? La naturaleza misma ¿no os enseña que al varón le es deshonroso dejarse crecer el cabello? Por el contrario, a la mujer dejarse crecer el cabello le es honroso; porque en lugar de velo le es dado el cabello. Con todo eso, si alguno quiere ser contencioso, nosotros no tenemos tal costumbre, ni las iglesias de Dios”.

Si vamos a entender el significado verdadero de este texto y su aplicación a nosotros hoy en día, tenemos que saber bien el contexto. ¿Cuál es el tema bajo consideración? En el versículo tres podemos encontrar la respuesta. El texto dice que “Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo”. El tema es la autoridad. Dios ha establecido cierto orden de autoridad en el mundo. Este orden es: DIOS – CRISTO – VARÓN – MUJER. El Padre tiene autoridad sobre el Hijo; el Hijo tiene autoridad sobre el varón; el varón tiene autoridad sobre la mujer. Todo este texto debe ser interpretado con esto en mente. El problema que el apóstol Pablo está tratando en su carta a los corintios es el del respeto para el orden de autoridad establecido por Dios. La falta de respeto para el orden divino fue manifestada en Corinto por algunas mujeres. Es por eso que el asunto del velo es introducido. Esto es lo que el apóstol está atacando cuando dice en el versículo cinco, “Pero toda mujer que ora o profetiza con la cabeza descubierta, afrenta su cabeza”. Según la costumbre de los corintios, la mujer mostraba su sumisión bajo la autoridad del hombre por medio de llevar el velo. Cuando no lo llevaba, afrentaba a su cabeza; o sea, mostraba su falta de respeto para la autoridad del varón sobre la mujer. Que quede bien entendido, pues, que el tema bajo consideración es el de la autoridad del varón sobre la mujer.

Es necesario entender también lo que es “el velo” las palabras “cubierta” (11:4), “descubierta” (11:5). “no se cubre” y “se cubra” (11:6), “cubrirse” (11:7), “cubrirse” (11: 13), todas vienen de la misma raíz: kata – kalupto (verbo) o kalurrima (sustantivo). Quiere decir: “encubrir, esconder, ocultar” según el léxico griego. Un Léxico Griego – Inglés del Nuevo Testamento Y Otra Literatura Cristiana Primitiva por William F. Arndt y F. Wilbur Gingrich, página 402. Indica que se cubre algo completamente para esconderlo. El velo no es simplemente una mantilla para la cabeza como se observa hoy en día. No es un pañuelito puesto encima de la cabeza. Es algo que cubre la cabeza completamente, incluyendo al rostro. El mismo diccionario griego explica que las palabras “con la cabeza cubierta” en 1 Corintios 11:4 kata kefales echon) literalmente quieren decir “colgando de la cabeza (como un velo)” (página 406). El velo es algo que se extiende para abajo. Para que usted vea que esta definición es la misma que la Biblia apoya, considere lo que el apóstol Pablo dice en II Corintios 3:12-18. En el contexto, el tema es la diferencia entre el antiguo pacto y su gloria que fue manifestada sobre el rostro de Moisés cuando él bajó del monte de Sinaí y el nuevo pacto y su gloria permanente. La Biblia dice en II Corintios 3:12-18, “Así que, teniendo tal esperanza, usamos de mucha franqueza; y no como Moisés, que ponía un VELO SOBRE SU ROSTRO, para que los hijos de Israel no fijaran la vista en el fin de aquello que había de ser abolido. Pero el entendimiento de ellos se embotó, porque hasta el día de hoy, cuando leen el antiguo pacto, les queda el mismo VELO NO DESCUBIERTO, el cual por Cristo es quitado. Y aun hasta el día de hoy, cuando se lee a Moisés, EL VELO ESTA PUESTO SOBRE El CORAZÓN DE ELLOS. Pero cuando se conviertan al Señor, EL VELO SE QUITARÁ. Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. Por tanto, nosotros todos, mirando A CARA DESCUBIERTA como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.” Fíjese bien que Moisés puso el velo sobre su ROSTRO. La misma idea es comunicada cuando hablamos. De cubrir la CABEZA, porque la cabeza no es solamente el cabello. Al contrario, incluye al rostro. El velo de Moisés así como el velo figurativo sobre el corazón de los que no entendían el cambio del antiguo pacto al nuevo eran velos que CUBRÍAN algo completamente. En el caso de Moisés cubría su rostro, en el caso de los incrédulos su entendimiento o sea su corazón está cubierto. En el versículo dieciocho encontramos la condición cuando el velo es quitado en las palabras “A CARA DESCUBIERTA”. Cuando el velo está puesto, la cara está cubierta; cuando está quitado, la cara está descubierta. Pero cuando las religiosas modernas ponen su velo” (que en verdad no es velo) la cara no está cubierta; por tanto, su práctica no es la misma que la Biblia enseña en I Corintios 11. Pudiéramos acudir a las costumbres orientales para comprobar esta definición del velo, pero la Palabra de Dios y los diccionarios del idioma original del Nuevo Testamento bastan para convencernos que el velo de que habla el Nuevo Testamento era una cubierta del cabello y del rostro, no simplemente una mantilla como se observa hoy en día. Por tanto, si fuera un mandamiento de Dios que las mujeres usaran el velo hoy en día, ninguna de las personas que se ponen un pañuelito u otra mantilla estuvieran obedeciendo al mandamiento de Dios. Tendrían que poner un “velo” y no una mantilla.

Ahora tenemos que entender el significado del velo y el significado de una mujer con la cabeza descubierta, o sea sin velo. En el versículo cinco de I Corintios 11 el apóstol Pablo dice que “toda mujer que ora o profetiza con la cabeza descubierta, AFRENTA su cabeza”. Es decir que ella muestra falta de respeto por la autoridad del varón. El explica diciendo, “porque lo mismo es que si se hubiese rapado. Porque si la mujer no se cubre, que se corte también el cabello; y si le es vergonzoso a la mujer cortarse el cabello o raparse, que se cubra”. Este no era un significado espiritual; era un significado moral entendido por toda la gente de aquella zona del mundo. Fue basado en costumbres sociales del primer siglo y específicamente de la ciudad de Corinto. El doctor A. T. Robertson, erudito en el idioma griego y en la historia de las costumbres del tiempo del primer siglo escribe que entre los griegos solamente, las prostitutas, tan numerosas en Corinto, andaban sin velo; esclavas fueron rapadas como también las adúlteras. El código Justiniano también mandaba que raparan las cabezas de las adúlteras. Cuadros Gráficos En El Nuevo Testamento, Volumen IV, página 160, Broadman). La Enciclopedia Bíblica Normal Internacional (International Standard Bible Encylopaedia en Inglés) cita el historiador romano Plutarco, diciendo: “En los tiempos del Nuevo Testamento, sin embargo, entre ambas griegas y romanas, mujeres honrosas llevaban un velo en público y aparecer sin el velo era un acto de arrogancia (bravata) o peor (Volumen V Página 3047 citando Plutarco, Quaest. Rom. XIVJ. Como usted puede ver, no fue el Espíritu Santo quien lo llevó a Corinto. Las mujeres de Corinto ya usaban el velo como señal de sumisión a su esposo y pureza de vida. Según sus costumbres, una mujer que no era fiel a su esposo fue rapada. El apóstol Pablo enseña que para ellas, el no llevar el velo representaba lo mismo que tener el cabello rapado; representaba falta de respeto y fidelidad a su esposo y no era aceptable para una cristiana. Pero tenemos que entender que estas instrucciones son basadas en las costumbres sociales que ya se encontraban en esa zona del mundo antiguo. Antes que la iglesia había sido establecida en la ciudad de Corinto, las mujeres honrosas y respetuosas de Corinto ya tenían la costumbre del velo. Esto no era un principio que había sido introducido por las enseñanzas de Cristo. Pero ¿puede imaginarse usted el escándalo si una cristiana de Corinto se hubiera presentado en público sin el velo? Para los paganos de este lugar, ella estaría representándose como una prostituta. No es difícil imaginar lo que hubieran dicho de la iglesia. Además, en la iglesia en la ciudad de Corinto, una mujer que se encontraba sin velo estaría violando el orden de autoridad que Dios había establecido. Según las costumbres de ese lugar estaría mostrando su falta de respeto por la autoridad del varón. Es a este problema que el apóstol Pablo se dirige en 1 Corintios capítulo once. Pero el problema en Corinto no era que las cristianas corintias estuvieran desobedeciendo un mandato divino de usar el velo. El mandato divino es que el varón tenga autoridad sobre la mujer. En Corinto las costumbres exigían que la mujer llevara el velo para mostrar su sujeción al varón. Por tanto, las cristianas tenían que observar esta costumbre social del velo para no violar el mandato divino de sujeción al varón. PERO hoy en día no tenemos tal costumbre en la América Latina. Una mujer que aparece en público sin velo no es considerada prostituta. Las señales de la “vida fácil” son otras para nuestro tiempo. La mujer no afrenta a su esposo por no llevar el velo. De acuerdo con nuestras costumbres y el entendimiento general del pueblo latinoamericano, una mujer bien puede ser honrosa, respetuosa, honesta, pura, y completamente sometida bajo la autoridad del varón sin ponerse el velo. Nosotros tenemos otras normas para considerar la fidelidad y sumisión de una mujer a su esposo. Pero el velo no es una de ellas, ni en el mundo, ni en la iglesia. El significado del velo fue determinado por las costumbres sociales del tiempo. Y según las costumbres sociales de nuestro tiempo, el velo no tiene significado.

¿Estamos diciendo que esta porción del Nuevo Testamento no es aplicable a nosotros hoy en día? En ninguna manera. Siempre será necesario aceptar las enseñanzas divinas en cuanto al tema de la autoridad. Como en el primer siglo, también hoy en día la mujer debe mostrar su sujeción bajo el varón, pero no lo puede hacer por medio del velo, porque el velo no tiene tal significado hoy en día. Así que los principios básicos del texto tienen que ser aplicados a las cristianas del siglo veinte pero no tenemos que someternos a las costumbres sociales del primer siglo, tales como el uso del velo.

Ahora, considere el siguiente análisis del texto en 1 Corintios 11:3-16 versículo por versículo:

11:3 El orden de autoridad establecido por Dios: Dios – Cristo -Varón -Mujer.

11:4 El varón no debe someterse bajo la mujer y en la sociedad de los corintios ponerse el velo o sea cubrir la cabeza hubiera sido una manifestación de sumisión.

11:5,6 La mujer que no usaba el velo en Corinto afrentaba al varón, porque era señal de desacato e infidelidad. Tal mujer caía en la misma categoría con las adúlteras que tenían la cabeza rapada.

11:7 El orden de autoridad fue mostrado en este lugar y este tiempo por medio de tener la cabeza descubierta (el varón) o cubierta (la mujer).

11:8,9 El orden y propósito de la creación muestra que el varón debe tener autoridad sobre la mujer.

11:10 El velo servía como “señal de autoridad” para ellas. Era una costumbre que mostraba su respeto para la autoridad del varón. En cuanto a los ángeles, no hay razón por entender estas palabras simbólicamente. Son ángeles literales. Sabemos que ellos están conscientes de las actividades de la iglesia aquí en la tierra (Hebreos 1:14; 13:2; Apocalipsis 1:20). Ellos también reconocen que Dios ha establecido un orden de autoridad (Judas 6; II Pedro 2:4; Hebreos 1:6; I Pedro 1:12; Efesios 3:10).

11:11, 12 Ambos, varón y mujer, deben reconocer que cada uno depende del otro, y no deben olvidar que todos dependemos de Dios quien es sobre todo.

11:13-15 En estos versículos el apóstol se refiere a las costumbres y al entendimiento de ellas que los mismos corintios tenían. Ellos mismos ya tenían suficiente conocimiento para entender el error que algunas mujeres estaban cometiendo. La naturaleza no es la creación, porque de ella no podemos aprender nada acerca del cabello. Hay algunos casos en que la creación contradice e1 principio del cabello largo para la mujer y corto para el varón. La melena larga es característica del león, no de la leona. Entre las aves, por lo general, es el varón que tiene el plumaje más bonito; por ejemplo el pavo real. Y si lo dejamos crecer, el cabello del varón puede ser tan largo como el de la mujer. Así que no es por la naturaleza de nuestra creación que sabemos esto en cuanto a lo largo del cabello. ¿Qué significa “la naturaleza”? El léxico griego-inglés de Arndt y Gingrich en la página 877 da la siguiente acepción de la palabra “naturaleza” (fusis – en griego); “una condición heredada de los ascendientes de uno” o sea costumbre. El doctor A. T. Robertson dice, “Aquí quiere decir el sentido natural de lo correcto (vea Romanos 2:14) además de mera costumbre, pero una que se basa en la diferencia objetiva de la constitución de las cosas (página 160). Es decir que es una costumbre que respeta el orden de la creación de Dios. Por esta razón el varón no debe llevar cabello largo y la mujer no debe raparse, ni deben hacer ninguna otra cosa que les quite de su puesto ordenado por Dios, sea de varón o de mujer. Por tanto, la referencia a lo que la naturaleza enseña es basada en las costumbres que los corintios habían recibido de sus ascendientes o antepasados. Así que Pablo dice que los mismos corintios pueden decidir el caso del velo basado en su conocimiento de sus propias costumbres porque son costumbres que reconocen una diferencia básica entre el varón y la mujer. El velo era señal que la mujer aceptaba voluntariamente la autoridad del varón sobre ella, de acuerdo con el orden de autoridad establecido por Dios. Al haber una costumbre de esta naturaleza hoy en día, los cristianos tendrían que observar esta costumbre. Pero la verdad es que para nosotros el velo no tiene tal significado, y por eso las cristianas no están obligadas a observar esta costumbre antigua.

Ahora consideremos la frase en el versículo 15 “en lugar de velo le es dado el cabello”. Primero, tenemos que saber que la palabra “velo”(peribolalou – griego) no es la misma con “cubierta” (kata – kalupto – griego). La palabra traducida “velo” aquí literalmente quiere decir: echado alrededor, y se traduce “abrigo, capa, o cubierta” según Arndt y Gingrich en la página 652. “Le es dado” indica algo dado por Dios, no algo adquirido por costumbre. Por tanto, la idea es que Dios mismo ha establecido una cubierta honrosa para la mujer: el cabello. Así que la costumbre del velo estaba de acuerdo con la provisión natural de Dios para la mujer. El propósito por qué a la mujer le es honroso dejar crecer el cabello es que muestra la distinción entre el varón y la mujer en el orden de la creación. Los corintios entendían esto por “la naturaleza”, o sea por un sentido de lo que es propio que tenían en ellos mismos. Ahora, ellos tenían que juzgar si era propio que la mujer orara a Dios sin cubrirse la cabeza. Aceptando el caso del cabello, era necesario también aceptar la necesidad del velo, según las costumbres sociales del tiempo, por la misma razón: el varón tiene autoridad sobre la mujer, y la mujer mostraba su respeto por este orden de autoridad por llevar el velo. Hoy en día no tenemos tal costumbre.

11:16 No contradice todo lo que ha escrito. No quiere decir que cada uno puede hacer lo que quiere en cuanto al velo. Esta interpretación pone al apóstol Pablo en ridículo por haber escrito tanto sobre algo que no era importante. La idea verdadera aquí es que no debían, ser contenciosos sino aceptar el orden de autoridad y usar el velo como ya les había mandado. Pero no debemos olvidar que este mandamiento dependía de las costumbres de aquel tiempo y de aquella zona del inundo.

RESUMEN:

Los cristianos verdaderos de la América Latina no aceptan la doctrina de algunas denominaciones que exigen el uso del “velo” hoy en día por las siguientes razones: (1) Lo que usan los miembros de estas sectas no es un velo sino una mantilla. (2) El velo no tiene ningún significado en nuestra sociedad en cuanto a la autoridad del varón sobre la mujer. (3) El mandamiento de llevar el velo fue dado basado en las costumbres de una localidad (Corinto) y un tiempo (el primer siglo). Hoy en día no tenemos tal costumbre. (4) En nuestra sociedad no es necesario llevar el velo para obedecer el principio que Pablo está enseñando en este texto: que el varón tiene autoridad sobre la mujer.