Pregunta:
Si la ley fue quitada (Romanos 10:4; Colosenses 2:14-17), ¿cómo puedo enseñar a mi prójimo que es pecador ya que sin ley no hay pecado? (I Juan 3:4)
Respuesta:
Es cierto que SIN LEY no hay pecado. La Biblia dice claramente en Romanos 5:12, "donde no hay ley, no se inculpa de pecado." NO OBSTANTE, el mismo texto nos enseña que "ANTES de la ley, había pecado en el mundo" (Romanos 5:12).
La solución para este problema es muy sencillo. Siempre ha habido LEY de alguna clase. Antes de la ley Mosaica (incluyendo los diez mandamientos) Dios había establecido cierta ley para la humanidad. Por tanto, "reinó la muerte desde Adán hasta Moisés" (Romanos 5:13). También DESPUÉS del cumplimiento de la ley del Antiguo Testamento (incluyendo los diez mandamientos) estamos bajo LEY aunque NO la ley antigua. Esta ley es la de Cristo conocida como "la ley de la libertad" (Santiago 1:25; 2:12); "la ley de la fe" (Romanos 3:27); y "la ley del Espíritu de vida" (Romanos 8:2). El apóstol Pablo dice claramente que él no estaba sujeto a LA LEY del Antiguo Testamento PERO si estaba "bajo LA LEY DE CRISTO" (I Corintios 9:20,21).
POR TANTO, la ley de los diez mandamientos (o sea la del Antiguo Pacto) NO ES la única ley que encontramos en la Biblia. Había ley y culpa de pecado ANTES que los diez mandamientos se dieron y hay ley hoy día DESPUÉS del fin de la vigencia de los diez mandamientos.
Un argumento semejante al que se presenta en esta pregunta fue usado por aquellos que se opusieron a las enseñanzas del apóstol Pablo en el primer siglo. Decían que podemos pecar porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia. Pablo respondió a este argumento en Romanos 6:15-23.
Vale la pena aclarar que los israelitas no fueron regidos por los mandamientos dados a los padres sino por la ley dada específicamente para ellos en el Monte Sinaí. De la misma manera, nosotros hoy día no somos regidos por los mandamientos dados a los padres (Abraham, No, Isaac) ni por los mandamientos revelados a los israelitas en el Monte Sinaí SINO por los mandamientos revelados en el Nuevo Pacto de nuestro Señor Jesucristo para TODA LA HUMANIDAD.
Por tanto, la base para enseñar al prójimo que es culpable de pecado se encuentra en las enseñanzas de su Nuevo Testamento.