Pregunta:
¿Cómo llegó al mundo la idea promulgada por la Iglesia Católica Romana de la santidad de María?
Respuesta:
Como muchas de las doctrinas tradicionales de la Iglesia Católica Romana, es un concepto que se desarrolló paulatinamente a través de muchos años en etapas distintas y después de mucho debate entre los mismos Católicos. Hoy día esta doctrina está tan generalizada que les costará a muchas personas creer que por cientos de años no había culto a María ni creencias en su supuesta santidad como las de nuestro tiempo.
La primera etapa en el desarrollo de una doctrina distinta acerca de María parece haber comenzado de una manera muy inocente en los primeros años de segundo siglo como parte de la defensa de la doctrina bíblica que Jesucristo nació de una virgen. En algunos casos el defensor dio más énfasis al carácter moral de María. Pero hasta esa fecha, no presentaron ninguna idea sobre alguna santidad especial en María.
Comenzando en los últimos años del segundo siglo con el desarrollo pleno de la filosofía gnóstica, el énfasis en la vida ascética aumentó al grado que algunos monjes consideraban las relaciones sexuales aún en el matrimonio relacionadas de alguna manera con el pecado o la falta de perfección. Como consecuencia insistieron que María no podía haber tenido relaciones con José, aún después del nacimiento de Jesús. Así nació el concepto de la virginidad perpetua de María. Ya para el año 392 después de Cristo se consideraba como herejía el concepto que María no fuera virgen durante toda su vida.
Durante los siglos 4,5 y 6 los teólogos discutieron fuertemente la Deidad de Jesucristo. A algunos les pareció lógico que si Jesucristo es Dios y María es la madre de Jesucristo que como consecuencia ella debe ser considerada como la “madre de Dios”. Temprano en el quinto siglo se promovió la idea que rechazar a María como “la madre de Dios” era también rechazar la Deidad de Jesucristo. Es cierto en relación con Jesucristo, por supuesto, pero cuando lo empezaron a usar como título de honor para María, sirvió posteriormente como base para la elevación de María a una posición superior a otros seres humanos.
El desarrollo de diferentes temas teológicos durante la EDAD MEDIA contribuyó mucho al aumento de énfasis en María como la que puede interceder por nosotros. Primero, la Iglesia Católica aceptó el concepto falso que el cristiano tiene que ser castigado de alguna manera por cualquier pecado después del bautismo. Segundo, adoptaron la doctrina de la intercesión de “los santos” basándose en sus propios méritos o buenas obras. Tercero, dedujeron la necesidad de algún intercesor especial entre el Señor y Su pueblo debido a la ira de Cristo por nuestros pecados pos-bautismales. Tomando el ejemplo de la “intercesión” de María en las bodas de Caná, empezaron a acudir a María en sus oraciones para que ella intercediera también por ellos con el Salvador airado para que recibieran misericordia en vez del castigo que merecían. Todo esto ayudó a promover la veneración de María. Decían que solamente Dios merece adoración; honor extremo es apropiado para María; y honor puede rendirse a “los santos”.
Fue en el siglo 19 que se popularizó el culto a María, incluyendo la organización de “Congregaciones de María”. Esto fue acompañado por la promulgación del edicto de la Concepción Inmaculada por el Papa Pío IX en 1854 (Ineffebalis Deus): “Declaramos, pronunciamos y definimos: la doctrina que mantiene que la más Bendita Virgen María en el primer instante de su concepción, por una gracia única y el privilegio del Dios omnipotente, y en consideración de los méritos de Cristo Jesús el Salvador de la raza humana, fue preservada libre de toda mancha del pecado original, es doctrina revelada por Dios, y por tanto debe ser retenido firme y constantemente por todos los fieles.” Con este edicto papal quedó establecida en la tradición Católica Romana la doctrina de la santidad de María. Notará que la doctrina falsa del pecado original es en realidad de la que les obligó a desarrollar la doctrina falsa de la concepción inmaculada de María, así evitando que ella fuera contaminada con el supuesto pecado original.
Información histórica adaptada de: La Enciclopedia Bíblica Internacional Normal (The International Standard Bible Encyclopedia), Volumen III, páginas 269-271.