Pregunta:
¿Qué significa Mateo 11:13?
Respuesta:
Para entender correctamente este texto hay que tomar en cuenta el contexto que comienza en Mateo 11:2,3 con la pregunta de Juan el Bautista acerca de la persona de Jesucristo. Jesús confirmó Su identidad a Juan por medio de las señales que estaba haciendo.
Luego explica a la gente acerca de Juan comenzando en Mateo 11:7. Su punto principal (Mateo 11:9,10) es que Juan es el cumplimiento de la profecía que Dios dio a Malaquías acerca del mensajero que vendría delante del Mesías (Malaquías 3:1). También en Mateo 11:14 identifica a Juan como el "Elías" profetizado por el mismo Malaquías (Malaquías 4:5,6) quien tenía que venir antes del día de Jehová (un día de castigo para los rebeldes e incrédulos de Israel).
Con esto en mente es fácil ver que al declarar que "todos los profetas y la ley profetizaron hasta Juan" en Mateo 11:13, está señalando el cumplimiento de todo lo que anunciaron los profetas antiguos. Con Juan entra un período de transición entre el Antiguo Pacto y el Nuevo. En Juan y los eventos y personas que rodean su ministerio todo lo profetizado en el Antiguo Testamento se estaba cumpliendo (compare Hechos 3:24). Esto sirve también para identificar a JESUS como el Rey y Redentor que fue prometido y profetizado en los profetas y la ley del Antiguo Testamento. Está señalando la CLAUSURA de una época y el COMIENZO de otra.
Por medio de enseñanzas que encontramos más adelante en el Nuevo Testamento sabemos que el momento exacto del cambio de pactos fue en la muerte de Jesucristo (Hebreos 9:15-17).
Por medio de textos como Lucas 21 (note especialmente 21:22) y los eventos históricos sabemos que en la destrucción de Jerusalén (año 70 después del nacimiento de Jesucristo) está el cumplimiento del castigo (juicio temporal) profetizado contra la nación de Israel por Malaquías, Juan el Bautista y Cristo Jesús.
Con la llegada de Juan el Bautista el cumplimiento de la redención profetizada en los profetas y la ley comienza a llevarse a cabo. Con la muerte y resurrección de Jesucristo todo aquello llega a ser realidad.