Pregunta:
¿Cómo motivar a la congregación para que ofrenden más?
Respuesta:
En primer lugar, hay que enseñar con mucha paciencia los principios bíblicos en cuanto a la ofrenda, especialmente los que se encuentran en II Corintios 8 – 9 sobre la liberalidad en la ofrenda. Debido a nuestra predicación contra el sistema sectario de exigir el diezmo y de obligar a las personas a ofrendar más de lo que en realidad tienen la capacidad de ofrendar, muchos cristianos tienen un concepto muy deficiente de la ofrenda. Lo consideran casi como si fuera una limosna que se da en la calle de una o dos de las monedas que uno tenga en la bolsa. Uno tiene que corregir este concepto poco a poco con mucho cuidado y paciencia.
En segundo lugar, según entiendo el caso de los macedonios en II Corintios 8:1-5, la generosidad en la ofrenda es el fruto de la obra de la GRACIA DE DIOS en la vida del cristiano. (1) Es cuando en realidad APRECIAMOS la gracia de Dios que nos ha salvado que DESEAMOS ser generosos en nuestra ofrenda para la obra de Dios. (2) Nos es POSIBLE espiritualmente ofrendar con generosidad cuando la gracia de Dios ha obrado, no solamente para lograr el perdón de pecados, sino también para fortalecernos espiritualmente.
Además, la maravillosa actitud de los macedonios fue el resultado directo de: (1) entregarse primeramente al Señor (8:5) y como consecuencia (2) entregarse a la hermandad (8:5). Cuando reconocemos cuanto Dios ha hecho por nosotros QUEREMOS entregar nuestro ser completo al Salvador por gratitud y por reconocer que es nuestro Señor. Luego, cuando reconocemos la relación que sostenemos a nuestros hermanos en la familia de Dios (todos redimidos por la misma sangre; hijos del Mismo Padre; el Mismo Espíritu mora en todos nosotros; todos tenemos UNA SOLA MISIÓN en este mundo); También QUEREMOS entregar nuestro ser completo a la iglesia del Señor y al trabajo que ella trata de llevar a cabo para la gloria de Dios.
Otro punto práctico que ayuda en la motivación de la iglesia es una COMUNICACION FRANCA Y ABIERTA acerca de los planes, proyectos, y necesidades que hay como también sobre el estado de los fondos y todos los gastos de la iglesia. Cuando cristianos sienten que (1) conocen bien la situación económica de la iglesia, (2) tienen voz y voto en los proyectos de la iglesia, (3) hay una necesidad válida que ayudará la causa de Cristo, muchos ofrendarán con más liberalidad y gozo.