Pregunta: Si en Su cuerpo resucitado Cristo Jesús todavía tenía señales de tortura en las manos y los pies, ¿también será así para un cojo o un decapitado en su cuerpo resucitado?
Respuesta:
"Aún no se ha manifestado lo que hemos de ser pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es" (I Juan 3:2). Este texto nos dice claramente que NO sabemos exactamente la forma que tendrá nuestro cuerpo en la resurrección. Ni siquiera sabemos exactamente la forma que tiene el cuerpo glorificado de Jesucristo (aunque el escritor de estas palabras, Juan, si vio a Jesucristo después de la resurrección).
(1) Parece que Cristo Jesús NO SIEMPRE tuvo la misma apariencia después de Su resurrección (Lucas 24:13-31).
(2) Será un cuerpo incorruptible que no estará sujeto a las limitaciones de este cuerpo material (I Corintios 15:44).
(3) Será un cuerpo diferente en cierto sentido porque ya no padecerá de la "deshonra" ni la "debilidad" del cuerpo material que uno tuvo (I Corintios 15:43). Este texto me convence que el cojo ya no será cojo, por lo menos en el sentido en que nosotros lo entendemos como un cuerpo debilitado.