Pregunta:
¿Por qué Dios permitió tanta discriminación hacia la mujer en el Antiguo Testamento? Por ejemplo, en cuanto a: la primogenitura, derechos sobre herencia, divorcio, votos, esclavitud, desposada sin consentimiento, la humillación de los celos (Números 5:13-31), bigamia, poligamia… y mil cosas más. Por otro lado, ¿por qué el hombre gozó de tantos privilegios?
Respuesta:
Aunque creo que hay cierto error en lo que ha dicho, primero permítame tratar la diferencia que sí hay entre el hombre y la mujer, tanto en el Antiguo como también en el Nuevo Testamento.
El apóstol Pablo declara que hay diferencia EN CUANTO A AUTORIDAD se refiere (I Corintios 11:3). También nos explica que esta diferencia tiene su base en la creación: "Porque el varón no procede de la mujer, sino la mujer del varón, y tampoco el varón fue creado por causa de la mujer, sino la mujer por causa del varón" (I Corintios 11:8,9). Esto NO significa que la mujer sea INFERIOR al varón, así como Cristo no es inferior al Padre, a pesar de estar sujeto a la autoridad del Padre (11:3). Encontramos más información sobre este punto en I Timoteo 2:13,14 que explica la autoridad del varón en la iglesia basándose en (1) el orden de la creación y (2) el hecho que Adán no fue engañado sino la mujer. PERO aclaro que todo esto tiene que ver con AUTORIDAD.
Creo que esto explica la primogenitura, los derechos sobre las herencias, etcétera.
Ni la bigamia ni la poligamia tuvieron la aprobación de Dios.
En cuanto a Números 5 se refiere, esta ley fue establecida para la PROTECCIÓN de la mujer para que el hombre celoso no pudiera acusarla y denigrar su reputación sin que en realidad hubiera ella sido infiel. Lo mismo es cierto en cuanto a la carta de divorcio que mandó la ley. Fue para que el hombre no pudiera sencillamente echarla de la casa sino que tuvo que dar por escrito la causa comprobada de haberla repudiado. La ley aún no permitió que el ex-esposo la volviera a tomar para que no estuviera jugando con la dignidad de la mujer (Deuteronomio 24:1-4).
Al contrario de promover la discriminación contra la mujer, la ley de Dios le protegió de muchos de los abusos comunes a las sociedades de aquel tiempo y aquellos lugares orientales.