Pregunta:
Aquellos religiosos que guardan algunos mandamientos del Antiguo Pacto arguyen: "No importa en qué época o pacto nos encontremos, porque toda la Biblia es Palabra de Dios y debemos guardar todo lo que en ella está escrito." ¿Cómo responde a esta declaración?
Respuesta:
Estamos completamente de acuerdo que TODA la Biblia es PALABRA DE DIOS. Es cierto que los "principios" que rigen la relación entre Dios y los hombres no han cambiado. Pero los mandamientos específicos que Dios ha dejado para que los hombres le agraden a Él y reciban Sus bendiciones han cambiado de una época para otra. Aún dentro del Antiguo Testamento encontramos diferentes mandamientos. Aunque Jehová puso a Adán en el huerto de Edén y le mandó que lo labrara y lo guardara (Génesis 2:15), después lo sacó por desobediencia y ya no permitió que ningún hombre entrara allí (Génesis 3:23,24). Ya no es mandamiento de Dios (NO es ni siquiera permitido por Dios) que el hombre trabaje en tales circunstancias.
Aunque Jehová mandó que Noé construyera un arca de ciertas dimensiones y ciertos materiales, este mandamiento ya no se puede aplicar a nosotros. Fue un mandamiento muy importante. Por medio de la obediencia a este mandamiento 8 almas se salvaron y muchas otras se podían haber salvado, pero desobedecieron y perecieron. No obstante fue un mandamiento para una tiempo limitado, con un propósito limitado a aquella ocasión.
El pacto de la circuncisión que Jehová hizo con Abram (Génesis 15) y que después siguió siendo parte de la ley de Dios, ya no se aplica a nosotros. Al contrario, aquello que resultó en la bendición de Dios en aquel tiempo llegó a ser causa de condenación para muchos judíos durante el primer siglo (Gálatas 5:1-6).
Basándose en la idea que hay que hacer TODO lo que la Biblia manda en cualquier pacto, estaríamos obligados a hacer todo esto y mucho más como los sacrificios de animales, incienso, granos, vino y aceite, guardar fiestas como la pascua, los tabernáculos, pentecostés, etcétera.
Hay que reconocer que la ley dada al pueblo de Israel por medio de Moisés es la Palabra de Dios, pero NO ES una ley vigente para nuestro tiempo. Fue AÑADIDA por un tiempo limitado, hasta la venida de la simiente: Cristo Jesús (Gálatas 3:19). Ya no estamos bajo la ley sino bajo la gracia (Romanos 6:14). Hay mucha información bíblica que pudiera agregarse a esto, pero quizá baste para aclarar el punto.