Pregunta:
¿Cuándo vino el Espíritu Santo a los apóstoles? (Cita Juan 20:19-23 para apoyar la idea que recibieron el Espíritu en aquella ocasión y después el poder en el día de Pentecostés)
Respuesta:
En primer lugar, hay que reconocer que es cierto que los apóstoles recibieron DOS PROMESAS DISTINTAS con relación al Espíritu Santo (aunque íntimamente relacionadas también en el caso de ellos): (1) la promesa de recibir el Espíritu Santo; (2) la promesa de recibir PODER del Espíritu Santo. Creo que Hechos 1:8 y Hechos 2:4 hacen esta clara distinción: (1) “cuando haya venido sobre vosotros — “fueron todos llenos del Espíritu Santo”; (2) “recibiréis poder” — “comenzaron a hablar en otras lenguas”. Pero fíjese que ellos recibieron el poder de hablar en lenguas después que fueron llenos del Espíritu Santo Mismo. Esto fue “CUANDO” recibieron el poder = en el mismo día.
Pero lo que realmente me convence que ellos no recibieron el Espíritu Santo en Juan 20:22 es lo que aprendemos en otros dos textos en Juan: Juan 16:7 y Juan 20:17.
Para que ellos y los demás hijos de Dios recibiéramos al Espíritu Santo era necesario PRIMERO que Jesús se fuera a estar con el Padre, pero no había ido todavía en Juan 20. Por tanto, aunque el Espíritu Santo ya había estado CON ellos, no podía estar EN ellos todavía (vea Juan 14:16,17). Esto concuerda con la explicación del apóstol Pedro en Hechos 2:33. Jesús envió el Espíritu Santo conforme a la promesa de Dios DESPUÉS DE estar exaltado por la diestra de Dios, NO ANTES. Vea también Juan 7:37,38 que confirma lo mismo.
Juan 20:22 ciertamente habla de que debían recibir el Espíritu PERO NO DICE CUANDO. Otros textos señalan este factor tiempo. En el contexto de Juan 20:21-23 claramente habla de enviarles a ellos como Sus testigos y para la predicación del mensaje de salvación al mundo (todo relacionado con la recepción del Espíritu Santo y Su poder). Pero si comparamos esto con Lucas 24:44-49 notamos claramente que esto iba a comenzar, NO en aquella noche sino EN JERUSALÉN dentro de algunos días. En Juan les manda “RECIBID EL ESPÍRITU SANTO” y en Lucas “quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto” (Note que se trata de la MISMA ocasión). Y en Hechos 1:8 les explica que el ministerio de ser Sus testigos iba a comenzar después de la venida del Espíritu Santo – todo cumplido en el día de Pentecostés.
Por supuesto, lo importante es que sí recibieron el Espíritu Santo cuando Dios decidió dárselos y de la manera que Dios decidió. Aún más importante es el hecho que nosotros también podemos recibir esta maravillosa promesa del Padre (Hechos 2:38,39).